Legión de ángeles (Legion)

Año: 2010
Origen: Estados Unidos
Dirección: Scott Stewart
Guión: Scott Stewart, Peter Schink
Intérpretes: Paul Bettany, Dennis Quaid, Tyrese Gibson, Charles S. Dutton
Fotografía: John Lindley
Edición: Steven Kemper
Música: John Frizzell
Duración: 100 minutos

por Diego Maté

Casi ángeles. La historia de Evangelion se parecía en parte a la de Legión de ángeles: el animé escrito y dirigido por Hideaki Anno contaba cómo, en un futuro no muy distante, unas criaturas -llamadas “ángeles” por los hombres- eran enviadas una tras otra para destruir lo que quedaba de la humanidad. Esa amenaza, ciega e imparable, permanecía sin ser explicada a lo largo de toda la serie. Después de ver ese final increíblemente abierto, los fans se irritaron y reclamaron otro más explícito, así que Anno decidió iluminar un poco las zonas grises de la trama en las dos películas que siguieron a los capítulos para televisión. Solamente que las nuevas explicaciones no eran tales, porque las respuestas que ofrecía el director eran todavía más confusas y oscuras que los interrogantes originales. Vi Evangelion (la serie y las películas) dos veces, y cada vez que la recuerdo se me hace presente ese misterio insondable, el mismo que Anno se negó a elucidar con explicaciones tranquilizadoras. ¿Qué eran los ángeles? ¿De dónde venían? ¿Por qué querían destruir a la humanidad? Cuando pienso en estas preguntas me dan muchas ganas de ver Evangelion de nuevo: sé que no voy a encontrar las respuestas a esas preguntas, pero al menos puedo disfrutar tranquilamente de ese territorio narrativo incierto y ambiguo, perderme en el misterio trazado por Anno sin miedo a ser arrancado de allí por alguna explicación cómoda y esclarecedora. Tengo la certeza de que Evangelion no va a traicionarme como lo hizo Legión de ángeles.

Esa traición se funda en el comienzo de la película, que promete muchísimo más de lo que el director Scott Stewart está dispuesto a cumplir. Michael, un ángel (este sí, ángel con todas las letras) cae del cielo en un callejón: la lluvia, la oscuridad y la podredumbre general remiten de manera sofisticada tanto al film noir como al cómic. Su misión se va revelando de a chispazos conforme avanza la historia: sabemos que está en la Tierra desobedeciendo órdenes superiores y que su objetivo es encontrar y proteger a una mujer embarazada cuyo hijo está llamado a convertirse en el salvador de la humanidad. Cuando Michael encuentra a Charlie en una estación de servicio perdida en el desierto, la amenaza no tarda en hacerse visible: miles de humanos poseídos por ángeles siguen el mandato divino de hallar a Charlie y matarla. Lo desmedido de la invasión y las palabras de Michael acerca de un “exterminio” hacen que la película cobre el extraño aire de una catástrofe de carácter sobrenatural. Ángeles monstruosos y sanguinarios se enfrentan al grupo de parias capitaneados por Michael que resisten atrincherados en la cafetería. Hasta acá, Legión de ángeles es rica en nervio, fuerza, buenos diálogos y personajes sólidos que, incluso a pesar de alguna caracterización demasiado estereotipada, podrían sostener de manera digna toda una película. La debacle empieza justo después.

Cuando la primer oleada de ángeles asesinos termina y el guión decide tomarse un descanso de tanto disparo, griterío y masacre (lástima, porque todo eso no estaba nada mal) los personajes tienen la bendita idea de ponerse a compartir tragedias íntimas y traumas infantiles, y es ahí donde Legión… se quiebra definitivamente y cede a la tentación del discurseo grandilocuente. También es cuando el secreto que se adueñaba de la película es develado de manera burda por diálogos cada vez más explicativos y torpes que tiran por tierra todo el clima de intriga que Stewart supo construir hasta el momento. Allí Legión… deja ver sus verdaderas cartas por primera vez, y la desilusión es enorme. La película se vuelve acartonada y ridícula (véanlo sino a Kevin Durand haciendo a un histriónico ángel Gabriel apretujado en un payasesco traje con alitas) y se dedica a explicitar todo aquello de la trama que pudiera no quedar claro y a pulir las aristas de su discurso inicial sobre la religión (en el que un Dios guerrero y cruel está furioso con el hombre y ordena a sus ejércitos divinos un genocidio planetario) y las bondades ocultas de la humanidad. El cambio respecto al comienzo es impensado, y el volantazo que pega la película resulta intragable: Legión de ángeles vira del buen cine al mainstream más chato y correcto posible. La traición está consumada.

10 comentarios

  1. ¡Es cierto, el pobre tonto que hace de Gabriel está imposible! Bueno, creo que esta vez estamos de acuerdo en todo. Eso sí: ¿no es lo más que existan estas películas, sólo para poder contarlas?

    :)

    Yo a veces imagino empresario hollywoodenses haciendo collages para tener nuevas ideas, como el que está en el afiche que pusiste ahí: ahí tenemos un ángel, ¿y si le ponemos unas alas pero que sean blindadas? ¿y si le ponemos una ametralladora en la mano? Y ahí salen las películas. Cosa que no está mal, como punto de partida (aunque el rebusque se les nota tanto) pero que, como vos decís, siempre abandonan a mitad de camino.

    junio 6, 2010 en 2:37 pm

  2. Jeje, sí sí, esas charlas de empresarios que imaginás seguro existen y son buenísimas. Y tampoco creo que eso sea malo, si al menos se animaran a mantener un mismo esquema del principio hasta el final.

    Me pasó algo así con el Dios enojado, vengativo y cruel y sus huestes de ángeles que poseen humanos y los vuelven criaturas horribles y asesinas: esa idea sola ya hacía que la película arranque desde los cuatro o cinco puntos, pero cuando se empieza a decir que en realidad Dios no es tan guacho, que solamente está equivocado (y aparte un poquito de razón tiene, porque vieron que la humanidad hace alto bardo, bla bla) y que al final se da vuelta cual panqueque divino y vuelve a ser bueno, misericordioso, etc, ahí es cuando se va todo al diablo.

    Lo de las alas blindadas no me molesta tanto como el traje que le ponen a los angelotes esos.

    junio 6, 2010 en 3:55 pm

  3. Lo que pasa que el detalle de las famosas alas es brillante sólo por esto: ¿contra qué necesitan proteccióne sos ángeles? ¿Tendrían cuidado de que los pajaritos no los caguen a balazos en el cielo? En cambio el cuerpo es bien humano y vulnerable, cosa que queda bien en la coreografía esa de peleas pero que es un delirio, o no sé Diego, o nosotros no entendemos nada de religión. ¡Las cosas que pasarán allá arriba!

    junio 6, 2010 en 4:07 pm

  4. Yo lo único que entendí es que Dios vive en una casa modernosa con un ventanal de puta madre, por el que entra una terrible luz de sol (¿eso quiere decir que Dios vive cerca de la Tierra, o que esa era solamente la quintita de los fines de semana?)…

    junio 6, 2010 en 4:39 pm

  5. Diego

    Que desastre esta pelicula….

    junio 6, 2010 en 6:26 pm

  6. No creo haber visto más que un capítulo de la serie Evangelion que mencionás, Diego. Pero, en relación a ese dios furioso que, por lo que decís, en esta película no llega a serlo del todo, me acuerdo del slogan que pasaban en el canal Locomotion en la promoción de la serie: «Roguemos para que Dios se quede en su cielo». En realidad es la idea del Dios terrible del Antiguo Testamento, pero me parecía rarísmo oír eso en televisión.

    junio 6, 2010 en 10:50 pm

  7. Sí, de hecho, nunca me dediqué a investigar mucho sobre el tema, pero tenía entendido (por cosas que leí) que Evangelion manejaba muchas referencias sobre el Antiguo Testamento. Igual, con respecto al tema de Dios, lo mejor de la serie era que ese Dios era algo evanescente, que nunca terminaba de cobrar una forma definitiva, a diferencia del de Legión, que pasa de ser uno guerrero y vengativo (como el del Antiguo Testamento -el mismo que le caía tan bien a Nietszche) a otro comprensivo y misericordioso. Un borocotazo de aquellos.

    junio 6, 2010 en 11:10 pm

  8. vanessa

    Es una peli super es muy padre
    que peli tan buena

    junio 28, 2010 en 5:22 pm

  9. orne

    Cómo se llama la canción que pasan al final de la película? en los créditos.

    enero 16, 2012 en 4:02 pm

  10. Daniela

    Ammmmmmm… horrible, sin argumentos!!!!

    enero 16, 2012 en 4:19 pm

Deja un comentario