Mar del Plata 2022 – Le pupille

Le pupille (Italia – 2022)
Autoras y Autores

Dirección: Alice Rohrwacher
Guion: Alice Rohrwacher
Intérpretes: Alba Rohrwacher, Melissa Falasconi, Greta Zuccheri Montanari, Valeria Bruni Tedesch

por Andrés Brandariz

Le pupille se proyectó en el Festival junto con otros tres cortometrajes: El sembrador de estrellas, de Lois Patiño, Camarera de piso, de Lucrecia Martel, y Un sueño como de colores, de Valeria Sarmiento; programación -seguramente no haga falta aclararlo- convocante y generosa. Es en estas piezas breves -la de Rohrwacher, técnicamente, no sería un corto sino un medio- donde considero que podemos aproximarnos de manera más auténtica, destilada, al proceso creativo de cada realizador. El cortometraje -formato que, por lo general, carece de valor comercial- se convierte en una ventana a la libertad, un espacio de experimentación que nos permite proyectarnos al futuro de una obra.

Si Le pupille ofrece alguna pista sobre el devenir de Alice Rohrwacher como realizadora, se trata de un futuro brillante. Aun cuando ya no le queda nada por demostrar, la directora vuelve a exhibir (con la venia de Disney y de Alfonso Cuarón, nada menos) un talento para ser clásica y moderna, graciosísima y conmovedora sin perder nunca ese tono tan suyo, el pulso flemático que diluye las estridencias y embellece todo lo que pone delante de su cámara (ayuda y mucho el ojo invaluable de Hélène Louvart, que podría extraerle fotogenia hasta a las rocas).

El cuento (porque es un cuento, con la redondez y la gracia que cabría esperar de uno) es muy sencillo: en algún momento de la Segunda Guerra Mundial, en un orfanato regido por la vara estricta de una Madre Superiora (Alba Rohrwacher), la niña Serafina empieza a poner en duda aquello de ser buena. Por lo menos, que ser buena implique necesariamente el aburrimiento, la resignación y la culpa con la cual las monjas procuran mantener a raya a las pupilas. La tentación del pecado vendrá de la mano de un postre de color rojo, rojo como aquella manzana del jardín del Edén. Una gigantesca sopa inglesa, muy italiana a pesar del nombre, como se encarga de aclarar el personaje que interpreta Valeria Bruni Tedeschi (para disipar la menor sospecha de falta de sentimiento nacionalista).

La sopa inglesa será la mecha de la bomba que detonará con el desafío a la autoridad, en una tímida victoria grupal (para Rohrwacher, la resistencia es grupal). En el medio hay canciones, efectivísimas puntuaciones de montaje y un universo contenido que cobra vida hasta en sus detalles más finos, rebosante de vitalidad.

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