Tenemos que hablar de Kevin (We Need to Talk About Kevin)

Año: 2011
Origen: Gran Bretaña, Estados Unidos
Dirección: Lynne Ramsay
Guión: Lynne Ramsay, Rory Kinnear
Intérpretes: Tilda Swinton, John C. Reilly, Ezra Miller, Jasper Newell
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Jonny Greenwood
Edición: Joe Bini
Duración: 112 minutos

por Aníbal Perotti

Eva vive sola en una casa que nunca termina de limpiar (unos desconocidos mal intencionados mancharon la fachada con pintura roja) y ocupa un puesto sin interés dentro de una pequeña empresa en la que reina un ambiente siniestro. Flashback: Eva y Franklin viven felices y enamorados hasta que el comportamiento extraño del pequeño Kevin, fruto de su unión, genera un malestar creciente en la joven madre. El nacimiento de un anticristo en el seno de una familia ordinaria podría ser un buen argumento para una película clase B, pero Tenemos que hablar de Kevin posee un embalaje de pretencioso formalismo, sin una pizca de humor que anime su visión del mundo simplista y desagradable.

En la apertura, Eva participa de una fiesta popular en la que se vierten toneladas de tomates maduros en las calles de una pequeña ciudad española. La secuencia tiene valor de presagio: todos chapotean en torrentes de pulpa roja y el espectador comprende inmediatamente que la película se encamina hacia un final sangriento. La construcción temporal es inútilmente alambicada y llena de metáforas (la pintura roja que no puede quitarse de las manos la madre del monstruo) como de pesadas señales (el zoom sobre un ojo en el cual se refleja el objetivo de tiro al arco). La realizadora abusa de los efectos de puesta en escena destinados a instalar un sentimiento de agorafobia (la deshumanización de los decorados) y fatalidad (los sonidos de la secuencia siguiente comienzan siempre algunos segundos antes del final de la escena en curso). El empleo sistemático del mismo recurso no tarda en volverse tan evidente como insoportable.

Como si la minucia sádica con la cual se pone en escena el calvario de la madre-coraje no fuera suficiente, la película despliega la tesis de un Mal en estado bruto que surge por generación espontánea. Apenas nacido, Kevin ya es un perverso manipulador, un psicópata en potencia. La maldad del hijo parece alimentarse de las buenas intenciones de los padres (aunque el padre esté completamente ausente y la puesta en escena lo subraye en exceso) y sólo cuando Eva pierde los estribos y lo golpea con violencia, el chico da pruebas de respeto. Por lo tanto, además de militar por la detección de asesinos desde el embarazo, la película sugiere que Kevin habría salido más derecho con algunos castigos corporales. El tema de los niños-monstruo, muy en boga en estos últimos años, nunca había sido explotado de manera más obtusa.

Dejamos para el final el pretencioso formalismo que anunciamos en la introducción. Lynne Ramsay empapa su película de un rojo agresivo y bien exagerado, no hay una escena que no esté cubierta de escarlata. El espectador puede elegir entre irritarse ante el método espantosamente repetitivo o esquivar el problema jugando a adivinar lo que contendrá el plano siguiente: una ensaladera roja, vino tinto, la pelota roja, una pantalla roja, latas de conserva de tomates, un oso de peluche rojo, mermelada roja o los número rojos del despertador. Y no seguimos con la enumeración para que el texto no sea tan aburrido como la película.

7 comentarios

  1. miritovil

    «simplista y desagradable. tan evidente como insoportable. de manera más obtusa. para que el texto no sea tan aburrido.» Estos adjetivos que vd usó Mr Perotti le quedan bien a su escritura. Por favo dedíquese a otra cosa, es muy evedente que no le gusta el cine

    May 16, 2012 en 4:02 pm

  2. Anibal

    Mr. miritovil: mis adjetivos están justificados en el texto, en cambio lo suyo es gratuito. Si le gustó mucho este bodrio y se sintió ofendido por mi crítica, defiéndalo en lugar de darme consejos.

    May 16, 2012 en 5:25 pm

  3. nicolas

    no estoy de acuerdo para nada que sea un bodrio, es una excelente película que esta increíblemente actuada. no se por que no te gusto

    junio 11, 2012 en 1:42 pm

  4. Al

    Mucha soberbia lo vuelve ciego. Es obvio que usted conoce lo que conoce sobre producción cinematográfica y todo lo que le envuelve, pero se le olvidó apreciar el arte. Usted se dedicó a comportarse como un profesor de universidad calificando un trabajo de clase en lugar de simplemente ponerle atención a la película y su mensaje. Usted conoce cuáles son los indicios de autismo y desde cuándo se vuelven presentes? Conoce cómo puede desarrollarse un sociópata? Es usted capaz de notar la investigación que el equipo realizó y el esfuerzo por acercarse a un escenario real? Puede usted notar la calidad de actuación? Yo en lo personal nunca me había sentido tan puesto en el lugar de la madre de un psicópata. Cuando una película puede llevarlo a usted a ponerse en los zapatos de alguien más, puede tener la certeza de que el arte ha cumplido con su deber. Bravo por esta película.. al que no le gustó sencillamente no la sintió ni entendió :)

    junio 12, 2012 en 5:10 am

  5. Carlosqn

    La película banaliza el tema de tal manera que la hace abyecta. Si quieren ver una pelicula en serio sobre el tema, remitanse a «beautiful boy». Allí los padres son de carne y hueso, y el asesino no es una semilita del mal. Aquí la diretora maquilla de un precioso formalismo la falta de contenido, transformando la historia en un comic donde hay tanto estereotipo que termina dando verguenza ajena. No comparto von tu crítica el que sea aburrida, Yo la encontré muy entretenida y de actuaciones brillantes, pero coincidimos en el fondo.

    julio 16, 2012 en 2:51 pm

  6. Pingback: Películas que duelen ‹ L´Obeli (pero llámame Lovely). Bares y restaurantes.

  7. Martha

    Vi la película antes de leer el libro y al mismo tiempo que me mantuvo a la expectativa me hizo sentir un poco atascada, como cuando alguien hace referencia a algo que desconozco. Concluí entonces que se trataba de una buena historia que simplemente no pude entender porque no se me da muy bien el cine de arte. Ahora que estoy leyendo el libro (voy a la mitad) creo que es exquisito. Al inicio es un poco pesado pero a medida que avanzas sabes que se justifica que el autor haya escrito tan detalladamente la personalidad de Eva y su entorno. Una vez que lo termine deso volver a ver la película y entonces creo que seré más objetiva al inclinarme hacia una ovación o reprobación de la película.

    septiembre 29, 2016 en 12:00 pm

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